¿Por qué no podemos ser un país con un fuerte ingreso económico proveniente del turismo cuando tenemos diversas ventajas para ofrecer toda clase de servicios, bellezas naturales y lugares óptimos de esparcimiento hasta para tratamientos médicos? ¿Lo sabe el mundo, el turista extranjero? Comunicación en el turismo.
Semanas atrás se lanzó en los distintos medios de comunicación una campaña de difusión impulsando a los argentinos a veranear en nuestro territorio. Buena iniciativa pero… ¿alcanza? la respuesta es contundente: No. Debe perfeccionarse y avanzar para que ello deje ser una utopía, tanto para el Gobierno como para el país. Cuando uno viaja por el exterior y comenta que es argentino, la respuesta espontánea en el otro es inmediata: «Argentino… Tango», aunque también varias veces se ha escuchado otra respuesta (un poco odiosa): «Argentino… capital de Brasil».
Creo que a todos nos gustaría escuchar una respuesta que dista mucho de ello, relacionándonos con nuestros encantos: Ia Ballena Franca en el Chubut, las sierras de Córdoba, el Chamamé correntino, la quebrada de Humahuaca en Jujuy. Talampaya en La Rioja, las Cataratas del Iguazú en Misiones y por qué no, con el volcán Lanín en Neuquén, las manzanas rionegrinas, el imponente glaciar Perito Moreno o los viñedos mendocinos, por mencionar algunas de las maravillas argentinas.
Sabido es que pocos países en el mundo tienen la riqueza natural que posee nuestra tierra y, sin embargo, hacen de su turismo una de sus principales y más importantes fuente de ingresos. Esos países hoy en día son por todos conocidos gracias a las buenas campañas de difusión que llegan a nosotros Pero, ¿se podrá intentar introducirnos como alternativa vacacional en el mundo y, hasta ofrecer mayores beneficios que otros países?
Pensemos por unos segundos en la República Argentina como un producto netamente comercial el cual indefectiblemente debe ser comercializado. Tratemos de ver al país, como a una empresa privada a la que debe mostrarse en el interior y paulatinamente en el exterior, para que alcance sus objetivos y sea conocida y adquirida (como todo producto).
Para alcanzar ese fin y en la búsqueda de un objetivo exitoso necesitaríamos, en lo que aquí nos interesa, publicidad, marketing y tácticas comunicacionales dentro y fuera del país.
Una estrategia de comunicación de gran magnitud en el campo que estamos analizando para ser creíble y seria debería contar, por lo menos, con recursos y perdurabilidad en el tiempo. acompañada de una infraestructura firme a la altura de los requerimientos del consumidor extranjero.
Difusión en el exterior
Intentemos soñar con la difusión en el extranjero acerca de nuestros tesoros y bellezas naturales y con ellos cuantos argumentos vienen a nuestras mentes por los cuales no puede perder la oportunidad de visitarnos. En Argentina, en primer término, resultaría menester enfocar la cuestión en una fuerte campaña de turismo local y con ella un menú de sugerencias para los consumidores o visitantes de los sitios a conocer. No estaría mal comenzar esta tarea contratando una de las tantas consultoras nacionales e internacionales que se encargan de fomentar emprendimientos turísticos Países del primer mundo utilizan a estos profesionales para promocionar sus recursos turísticos, hoteleros y de esparcimiento y así logran el éxito perseguido: que el turista los conozca y entren nuevos capitales en su país.
Por otra parte, una innovativa y económica manera de hacernos conocer un poco más y mejor al exterior sería colocar una insignia (que bien podría ser la bandera argentina) a todos los productos que desde acá se exportan a diversos países, más allá del «Made in Argentina». Sabemos que las palabras se leen voluntariamente y los dibujos o insignias además de verse instantáneamente, se fijan en nuestras mentes.
Pero la realidad es otra, no se trata de soñar o imaginar. sino de trabajar en conjunto. Un equipo que integre a los sectores privados y a nuestros representantes gubernamentales unificando criterios y discursos que hagan de nuestro país un lugar con cientos de posibilidades de descansar, recuperarse y consumir con la sensación de haber pagado por lo mejor.
Hay que ser consciente que para que todo lo expresado funcione varios son los factores que deben ponerse en movimiento. No basta con una adecuada infraestructura hotelera, con recursos humanos y económicos que se empleen para fortalecer Ias características de los lugares turísticos si no se cuenta con una seria campaña de promoción sobre las virtudes turísticas de nuestro país. La República Argentina cuenta con la herramienta fundamental necesaria: los recursos genuinos. El producto está. Falta su comercialización en el mercado turístico. Estamos empezando. queda mucho camino para andar. Es la comunicación.
Por Juan José Larrea – Jefe de Prensa del Defensor del Pueblo de la Nación
- Publicación en Diario La Nueva Provincia. Sábado 17 de febrero de 2001
- Publicado en Diario Rio Negro. Viernes 9 de marzo de 2001
- Publicado en Diario Tiempo Sur . Lunes 9 de abril de 2001
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