Por Juan José Larrea
Periodista – Jefe de Prensa del Defensor del Pueblo de la Nación.
En la vertiginosa carrera por informar, primero y mejor, a veces se cometen errores involuntarios que no siempre son reparados en la misma forma en que se comunicaron. Algunos medios gráficos, radiales o televisivos no desaceleran su marcha en post de la perfección haciendo partícipe al receptor informándole los nuevos mecanismos a implementarse luego de una seria evaluación o «auto examen».
Cabría preguntarnos, entonces, que pasaría si un medio de noticias informase al público acerca de los errores que cometiera en un determinado período de tiempo. Por supuesto, rápidamente se pensará que no es una buena imagen para ese medio hablar mal de sí mismo. Crearía desprestigio? También se podrá deducir que, por el contrario, ello transmitiría una sensación de seriedad y credibilidad en cada futura noticia que enuncien ya que, si informan sobre sus traspiés, en que podrían llegar a desviar la noticia. Crearía prestigio?
Días atrás la distinguida cadena de noticias CNN publicó, en su página de internet, el resultado de un informe elaborado por tres notables de la comunicación sobre la cobertura que había desarrollado durante las elecciones presidenciales. Uno de los resultados de esta comisión fue: «La apreciación final sobre la calidad de la noticia es que la cobertura periodística que hizo la CNN la noche de las elecciones fue una debacle». Por otro lado, esa publicación, también daba precisiones y cambios para el futuro. Asumir errores y aprender de ellos.
Resulta palpable advertir en la Era de las Comunicaciones como muchas empresas con el afán de promocionarse y alcanzar en términos breves los primeros niveles en el mercado, buscan mecanismos de llegada directa al consumidor que distan altamente de sus propios fines. En otras palabras, la competencia es tan feroz que con tal de pasar a su adversario, distorsionan (sin quererlo) el objetivo empresario, transmitiendo mensajes contradictorios, muchas veces ambiguos, en fin, poco claros. Será que se ha perdido la costumbre de chequear con otras fuentes la información?
El 7 de junio de 1999 prestigiosos medios de comunicación nacionales informaban en sus principales títulos que el nuevo gobernador de la provincia de Tucumán era el hijo del ex Gral. Bussi. Horas después esa noticia era totalemente desmentida por los hechos de la realidad, esto es, quien terminó siendo el verdadero triunfador de esas elecciones fue su adversario el Sr. Julio Miranda. También podemos mencionar otra noticia (precipitada?) dada a conocer antes de la concreción del hecho. Una conocida cadena televisiva, en elecciones para gobernador de la provincia de Bs. As., informaba que la candidata por la Alianza, Sra. Fernández Meije, era la ganadora, cuando tiempo después se supo que por el contrario, quien había sido el receptor de la mayor cantidad de votos era el Dr. Ruckauf.
Informar seriamente, con objetividad y raciocinio es el «producto» al que todo medio informativo desea llegar. Sin embargo, durante ese largo camino, existen desvíos involuntarios que provocan equivocaciones difíciles de reparar. Al preguntar a personas conocidas que nada tienen que ver con la comunicación en torno a cuál es el sentimiento o sensación percibida cuando vislumbran que fueron mal informados, la respuesta es espontanea y categórica: ESTAFA.
La cantidad de variantes que el ciudadano tiene a su alcance para estar actualizados con las noticias es de índole muy diversa. Día a día crecen los canales informativos (TV, radio, diario, internet, correo electrónico, radiollamado, celulares, carteles electrónicos en colectivos, entre otros) y, tal magnitud de ofertas debería provocar en las empresas informativas un mayor compromiso en la búsqueda constante del perfeccionamiento.
Muy fácil es pensar que la seriedad y el éxito se logran comunicando «primicias» (palabra ya gastada), sin importar la verificación de la fuente. Es difícil entender (muy difícil?) que, a veces, aminorando la marcha, chequeando otras fuentes confiables, y llegar segundo (pero con seguridad), se logra el primer lugar.